14 de junio de 2018

Nefutbolnaya strana — “No es un país de fútbol”

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Vladimir Vladimirovich durante un encuentro de hockey.

La polémica se desarrolla al estilo del fútbol ruso: comienza con un hecho categórico ‘fakt’, continúa recorriendo las opiniones de los nombres propios (jugadores, entrenadores) y se cierra contradictoriamente con las voces autorizadas de los prohombres, más viejos y prestigiosos. Un tema que sigue vigente ante la expectativa y la repercusión que supone la celebración del Mundial 2018 en Rusia.

Leonid Slutski abrió el debate el 5 de septiembre de 2016. El entonces entrenador del CSKA de Moscú y ya ex seleccionador de Rusia -fracaso en la Eurocopa 2016- afirmó una opinión polémica en forma de una pregunta retórica motivada por la escasa afluencia de seguidores a la inauguración del nuevo estadio del CSKA: 


“Miren el ‘Spartak Stadion’, un estadio lujoso… El Spartak es el equipo más popular del país. Pero el estadio solo se llena contra el CSKA. De resto, su promedio es de unos 20 mil espectadores.  El CSKA es campeón de Rusia, juega en la Liga de Campeones, ha construido un estadio elegante en el centro de una megalópolis de 15 millones de habitantes … y tiene 7 mil abonados ¿Somos un país de fútbol? […] Los estadios de la MLS están llenos. En Bélgica, Turquía, Holanda, Grecia. No estoy hablando de los campeonatos más fuertes. Antes estaba convencido de que las nuevas infraestructuras cambiarían radicalmente la actitud de la gente con el fútbol. Pero la práctica demuestra que estaba equivocado. Miren a [los nuevos estadios de] Kazán, Grozni y Lokomotiv. Allí no hay llenos... Y me temo que la organización del campeonato del mundo como local también tendrá un efecto efímero.” 


Argumentos y hechos. Durante la ’Era Russian Premier League’ que comienza en el año 2002, los promedios de asistencia en el campeonato ruso han oscilado entre los 11 y los 14 mil espectadores. Solo el Zenit de San Petersburgo evidencia un cambio exponencial tras la inauguración del nuevo Estadio Krestovski, en la temporada 2017/18 su promedio se duplicó hasta los 44 mil espectadores [1]. En la Copa Confederaciones 2017 los cuatro estadios rusos promediaron 39.306 espectadores [2]. — En 1971 el promedio de espectadores por partido en el campeonato soviético fue de 30.110.


Las reacciones coincidieron mayoritariamente con Slutski, quien también se convirtió en objeto del debate. La mayoría argumentaba la falta de éxitos deportivos, de infraestructuras y la baja calidad del juego. También se hizo evidente un choque generacional y el contraste con la época soviética. Los nombres más veteranos y respetados del fútbol exsoviético se opusieron a Slutski con los mismos argumentos que sus partidarios… Aquí se destacan algunas de las opiniones:


Mijáil Grushevskiy, exjugador del CSKA: “Estoy de acuerdo con Slutski. Considerar a Rusia como la sucesora de la Unión Soviética en el plano de los logros futbolísticos no es totalmente exacto. Nuestros éxitos se basaron en el fútbol ucraniano y no en el de la República Socialista de Rusia (RSFSR). Y desde la perspectiva del espectador y del éxito deportivo siempre hemos tenido el dominio del hockey. El público está interesado en el tipo de deportes donde su país siempre ha obtenido grandes victorias. Cuando se disputó el encuentro por el campeonato mundial de ajedrez entre Borís Spaski y Bobby Fisher, en el país había un interés colosal por este deporte.”


Maxím Kalinichenko
, exinternacional ucraniano: “La situación en Rusia y en Ucrania es similar. Han surgido muchas alternativas. La gente prefiere quedarse en casa con el internet, encender el televisor. En algún punto se puede entender a Slutski. Incluso es difícil arrastrar a la gente gratis a los estadios.”


Ruslán Nigmatulin, ex portero de la selección rusa: “En los años 50 y 60 llenábamos los estadios. Entonces la gente presenciaba todo tipo de deportes porque no había otros entretenimientos. Nos convertiremos en un país más futbolístico cuando ganemos el Mundial, pero eso aún está muy lejos. Ahora cada palabra de Slutski suena un poco provocativa, porque sus decisiones como entrenador en la Eurocopa decepcionaron a la comunidad futbolística. Pero nada, esto es el mundo del fútbol, la próxima victoria devolverá el respeto a Slutski.”


Aleksander Mostovoi, ex jugador de Spartak, Benfica y Celta: “Siempre hemos sido un país de fútbol ¡Tenemos una larga historia! […] Simplemente [el campeonato ruso] no es interesante de ver a excepción de los partidos de equipos como CSKA, Spartak y Zenit.”


Vasili Berezutski, defensa del CSKA: “¿Slutski ha dicho que Rusia no es un país de fútbol? Ya saben que Rusia no es un país de deportes. Tomen cualquier tipo de deporte. Probablemente con la única excepción de la KHL [liga de hockey]. Me refiero a la afluencia de seguidores. Ganamos la competición de balonmano en los Juegos Olímpicos ¿Y cuántas personas acuden a los partidos de este deporte? Solo van cinco personas ¿Y decimos que amamos el deporte? ¡No lo amamos! Y el voleibol, la natación sincronizada. Por lo que sé, en ocasiones se puede ir totalmente gratis ¡Pero la gente igualmente no va! Así que hace falta popularizar el deporte en Rusia, no solamente el fútbol.”


Valeri Nepomnyashchy, seleccionador de Camerún en Italia’90: “No estoy de acuerdo con que Rusia no sea un país de fútbol, ni deportivo en general. La falta de seguidores en las gradas no está directamente relacionada con la calidad del juego. Aquí el asunto es el de las condiciones de vida en el país, que no permite a la gente acudir a los estadios ni a los pabellones asiduamente. Si se crean condiciones accesibles […] entonces todo cambiará”.


Valeri Gazzaev, campeón de la copa de la UEFA 2005 con el CSKA: “El fútbol en Rusia es inequívocamente un deporte nacional y se ha desarrollado históricamente. Nos convertimos en campeones de Europa [1960], medalla de bronce en el Mundial [sic ¿1966?], nuestros equipos ganaron prestigio en las competiciones europeas, a los estadios acudieron 90-100 mil espectadores y nuestros jugadores fueron reconocidos como los mejores de Europa y del Mundo en diferentes épocas.”


Nikita Simonyan, campeón olímpico en 1956 y máximo goleador en la historia del Spartak: “Nosotros ganamos los Juegos Olímpicos, la Eurocopa, los estadios estaban llenos de aficionados. Por desgracia, en Rusia no ha habido este tipo de resultados. Los espectadores han dejado de acudir en masa a los partidos, pero los encuentros más icónicos como el Spartak – CSKA continúan siendo interesantes para la gente. […] Mi opinión es que Rusia sigue siendo un país de fútbol. Miren cuantas estrellas han surgido en nuestro fútbol: Yashin, Fedotov, Voronin, Ilyin, Isaev, Paramonov, Maslenkin, Netto, Ponedelnik, Streltsov, Tatushin … los apellidos se pueden enumerar y enumerar.”


Kurban Berdyev, entrenador y hombre-proyecto de Rubín Kazán y FC Rostov: “[…] La historia del fútbol en toda la Unión Soviética se construyó desde Kaliningrado hasta Vladivostok, desde Perm hasta el Cáucaso y el Asia Central, a través de las masas y del futbol de niños y jóvenes. […] Para hacer frente a los problemas estratégicos destinados al desarrollo del fútbol en el país no necesitamos mucho dinero, se necesita gente con conocimiento que sepa y quiera resolver estos problemas. Y no decir que Rusia no es un país de fútbol.”


El mismo día en que Slutski abrió la polémica, el portal sports.ru realizó una encuesta en la que votaron 33.058 internautas. “¿Es Rusia un país de fútbol?” El 78% votó “No”.


Irónicamente la expresión "nefutbolnaya strana" ha dado nombre a una producción del canal ‘Match TV’. Una serie de más de 10 capítulos que intenta mostrar con un estilo informal el interés por el fútbol a nivel de calle y amateur por todo el territorio ruso.
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 "не футбольная страна" [nie futbólnaya straná]

[1] WorldFootball.net
[2] Durante la Copa Confederaciones 2017 el aforo se cubrió en un porcentaje relativamente alto: Sochi 63.9%, Kazán 85.7%, San Petersburgo 73%, Spartak Stadion (Moscú) 84.1%.

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