6 de septiembre de 2014

Otkritie Arena, el nuevo estadio del Spartak

Espartaco Arena
Estatua de Espartaco frente al Otkritie Arena

El Spartak de Moscú inauguró ayer el Spartak Stadium con la disputa de un encuentro amistoso con el Estrella Roja de Belgrado. Con una capacidad para 42.000 espectadores, el nuevo estadio tendrá durante los próximos años la denominación comercial de ‘Otkritie Arena’, será una de las sedes de la Copa Confederaciones en 2017, de la Copa del Mundo en 2018 y se convierte en el primer estadio propio del Spartak, el club más popular de Rusia.

La inauguración del Spartak Stadium estaba prevista para el 24 de julio con la celebración de un partido amistoso entre el Spartak y el Dinamo de Kiev que rememoraría la rivalidad histórica que ambos clubes mantuvieron durante la época soviética. A comienzos de abril el Dinamo canceló su participación al considerarla como “inapropiada” en el marco del conflicto entre Ucrania y Rusia y la anexión de Crimea por parte de Rusia. Los retrasos en la entrega de la obra obligaron a posponer la inauguración hasta comienzos de septiembre y el Spartak ha disputado las seis primeras jornadas del campeonato ruso como visitante. El equipo invitado en sustitución del Dinamo ha sido el Estrella Roja de Belgrado, elección garantizada por el vínculo paneslavista que une a Rusia y Serbia.

Planificado desde 2006, la construcción del Spartak Stadium comenzó en 2010 debido a problemas burocráticos y económicos y a los cambios en el diseño. Finalmente tendrá una capacidad de 42.000 espectadores ampliable a 46.000 durante el Mundial de 2018, 48 palcos VIPs, 5.000 asientos premium y 7.500 plazas de parking que no estarán concluidas hasta 2015. El coste total del estadio es de aproximadamente 430 millones de dólares. El diseño ha sido elaborado por la firma estadounidense AECOM, que en su sitio web describe algunas de las peculiaridades de la construcción: “El estadio está construido a partir de pilares prefabricados de hormigón y una cubierta de cerchas de acero diseñada específicamente para soportar las temperaturas de Moscú -que pueden llegar a los -40 ° C- y cargas de nieve muy pesadas. En la fachada los paneles gigantes [rojos y blancos] están inspirados en la forma de diamante del escudo del Spartak y evocan la textura de las cúpulas de la tradicional arquitectura moscovita”.

Para el Spartak el nuevo estadio también supone algunas mejoras muy concretas respecto al Luzhniki al recibir a los rivales en una atmósfera más cerrada y sin la distancia con los espectadores que suponía la pista de atletismo, denominador común de los estadios de época soviética que predominan en el fútbol ruso, y disponer de una superficie de césped natural que reduce el riesgo de lesiones musculares y normaliza el tipo de juego. Además el Spartak Stadium es una fuente de ingresos muy importante para un club comprador como es el Spartak en el marco del Fair-Play financiero que ha establecido la UEFA.

El Spartak Stadium se encuentra en el distrito de Tushino, una población de época medieval situada 15 kilómetros al noroeste del centro de Moscú. La ubicación elegida es un meandro del río Moscova, junto al histórico aeródromo de Tushino y que actualmente es una zona de expansión residencial de la megalópolis rusa. El estadio es la parte central de la planificación y el desarrollo del proyecto Tushino-2018, que según el sitio web del Spartak incluye otras infraestructuras: pabellón cubierto, gimnasios, piscinas, pistas de patinaje sobre hielo y de tenis e instalaciones turísticas.

A pesar de estar en el borde interior de la vía de circunvalación de Moscú y en la ruta de la autopista M-10 que une Moscú y San Petersburgo, el acceso a Tushino por carretera es parte del caos circulatorio que caracteriza a la capital rusa y que dificulta el desplazamiento a los estadios. Para facilitar la llegada de los seguidores, el pasado 27 de agosto se inauguró una parada de metro anexa al nuevo estadio que lleva el nombre de ‘Spartak’ y que está decorada con los motivos del club. También se puede acceder a Tushino en otras formas de transporte público: tranvía, trolebús, autobús e incluso lanchas colectivas.

En febrero de 2013 el Spartak firmó un acuerdo con el grupo financiero Otkritie, que pagará al club un total de 1.280 millones de rublos -30 millones de euros al cambio de entonces- por la denominación comercial de ‘Otkritie Arena’ para el nuevo estadio durante 6 años. El acuerdo no tiene precedentes en el fútbol ruso, donde casi todos los estadios pertenecen al sector público. Al mismo tiempo el Spartak concretó que los ingresos de este acuerdo serán destinados al desarrollo de las infraestructuras del club, la academia de jugadores jóvenes y el apoyo de las actividades de los veteranos.

La dirección del Otkritie Arena está a cargo de Alexander Atamanenko, quien ha sido reconocido por su éxito como director ejecutivo del Donbass Arena de Donetsk durante seis años y medio.

Frente al Spartak Stadium se extiende una plaza amplia con un monumento colosal de 23,5 metros de altura que representa a Espartaco, el mítico esclavo tracio que encabezó una insurrección contra la República romana en el siglo I a. C. y que en la teoría marxista de la evolución de la lucha de clases: esclavitud – vasallaje – proletariado, inspiró a los movimientos sociales durante las décadas de los años 20 y 30 del siglo XX, cuando proliferaron las sociedades deportivas ´Spartak’ en la Unión Soviética. La figura de Espartaco se erige sobre un balón con el escudo del Spartak en relieve y una pirámide roja que la protege del vandalismo.

La financiación total del Spartak Stadium ha corrido a cargo de Leonid Fedun, magnate de la Lukoil -segunda mayor petrolera de Rusia- que actualmente ocupa el puesto 222º en el ranking Forbes (21º entre los oligarcas rusos) con una fortuna estimada de casi 7.000 millones de dólares. Leonid Fedun es el clásico oligarca ruso ‘tipo Abramovich’ que multiplicó su fortuna durante la privatización del super-estado soviético en los años 90. Fedun se convirtió en el propietario del Spartak en 2003, desde entonces ha gastado unos 1000 millones de dólares en el equipo y no ha ganado ni un solo título: su etapa está asociada cronológicamente con la decadencia del club y su gestión ha sido muy cuestionada por los seguidores. Ahora el Spartak Stadium se convierte en el gran legado de Fedun al club más popular de Rusia: “Varias generaciones de jugadores del Spartak han soñado desde los años 30 con jugar en un estadio propio. Ahora sus sueños están a punto de hacerse realidad”.

En el proyecto inicial del Spartak Stadium se incluye un pabellón anexo con una capacidad de 12.000 espectadores para el equipo de hockey sobre hielo del Spartak, entidad separada del equipo de fútbol que en los últimos años está atravesando problemas financieros y que no pertenece a Leonid Fedun: “He gastado un montón de dinero en el equipo de fútbol, si gastase también en el equipo de hockey creo que explotaría”.

El Spartak ha disputado durante décadas sus encuentros como local en las competiciones rusas y europeas en el estadio Municipal de Luzhniki (78.360). Desde verano de 2013 el Luzhniki está siendo remodelado para ser la otra sede moscovita, que acogerá el partido inaugural y la final del Mundial 2018. Desde entonces hasta ahora el Spartak ha tenido que disputar sus encuentros como local en varios estadios menores de la capital rusa y sus alrededores, e incluso uno en Ekaterimburgo, a 1.416 kilómetros de Moscú.

CSKA y Dinamo, los dos máximos rivales capitalinos del Spartak, también están construyendo sus propios estadios. El CSKA Stadium tendrá una capacidad para 30.000 espectadores y su inauguración -tras muchos retrasos burocráticos- está prevista para 2015. Mientras que la reconstrucción del VTB Arena -antiguo Olímpico de Moscú- terminará en el 2017 con una capacidad para 27.000 espectadores.

El encuentro inaugural del Otkritie Arena congregó a 37.734 espectadores y terminó con el resultado de empate (1:1) entre Spartak y Estrella Roja. Dmitri Kombarov fue el autor del primer gol del Spartak en su nuevo estadio.

La agencia de noticias rusa ITAR-TASS ha reportado que en la víspera de la inauguración del Otkritie Arena, un grupo de ultras del CSKA intentaron incendiar el nuevo estadio del Spartak.

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