Spartak: 169 días con Unai Emery

“Me gustaría ganar al Barcelona jugando al fútbol” 

Unai Emery

El de 13 mayo de 2012 Unai Emery fue presentado como entrenador del Spartak de Moscú. Era otra solución para la decadente historia reciente del club más popular de Rusia: un entrenador joven, vanguardista y representante de la escuela española [1]. Apenas seis meses y medio después Emery se había convertido en la mayor parte del problema. Salió del Luzhniki por la puerta de emergencia. Algunos periodistas aplaudieron cuando Valery Karpin anunció su destitución [2]. En junio de 2013 se cumplirán 10 años desde el último título conquistado por el Spartak.

Unai Emery durante el Spartak de Moscú - FC Barcelona de la Champions League 2012-13

Emery deja al Spartak 7mo en la Russian Premier League y a 11 puntos del líder, el CSKA de Moscú. Sus números se repanten entre 9 victorias, 2 empates y 6 derrotas; 32 goles a favor y 26 en contra. La secuencia de los resultados se corresponde con la gráfica de los dientes de sierra. Básicamente ganó a los equipos de la zona media - baja: Alania, Volga, Rostov, Amkar, Mordovia, Krylya y FC Krasnodar. Ante sus pares perdió casi sistemáticamente: Zenit (5:0), Lokomotiv, CSKA, Anzhi y Dinamo (1:5)… Cayó eliminado de la Copa de Rusia en la 1ra ronda y de las competiciones europeas en la fase grupos de la Champions. En los medios rusos predominaba una sentencia: nada ha cambiado con Unai Emery. El técnico vasco será recordado por su actitud en el banquillo, dando indicaciones con las manos compulsivamente. Lo demás causó indiferencia. Al igual que en el Valencia, la personalidad compleja de Emery supuso la falta de carisma entre los seguidores y la anarquía en el vestuario, que se trasladó al terreno de juego. Emery no castigaba a los jugadores con multas ni alusiones públicas, prefería el diálogo. Perdió el control del vestuario. La máxima de “volver a levantarnos” repetida en su sitio web [3] tras cada derrota no tenía sentido para la simplicidad rusa.

Sin propuesta ni respuestas. En pretemporada Emery declaró que alternaría 2 sistemas de juego: el 4-4-2 y el 4-2-3-1. Entre sus prioridades no se encontraba solucionar el principal problema en la composición de la plantilla: cubrir la ausencia de laterales específicos tras la lesión de Sergei Parshivlyuk y el traspaso de Fedor Kudryashov (Terek), ni la carencia de mediocentros defensivos. Su Spartak seguía siendo vulnerable: concedía mucho espacio entre la defensa y el centro del campo, y a los laterales les ganaban siempre la espalda o eran desbordados en el 1 contra 1... Emery encontró algo más de equilibrio durante el mes de octubre con la presencia de Jurado [4] y Bryzgalov (mediocentro defensivo) en el 11, pero eso también lo deshizo entre sus clásicas rotaciones. La idea de desarrollar un fútbol agresivo y protagonista se convirtió en un estribillo repetido en cada rueda de prensa. Nunca pasó de ser una declaración de intenciones... Su dirección de campo fue mala porque siempre iba detrás de los acontecimientos y la única solución era la huida hacia adelante: más delanteros. En su última semana Emery termina perdiéndose en la teleología del buen fútbol. Antes del partido de Champions contra el Barcelona declara: “en septiembre [Barcelona 3 – Spartak 2] manejamos la posibilidad de estar más juntos, cerrando líneas de pase y complicándoles la vida. Pero nada, al final acabamos perdiendo de nuevo y la verdad es que para acabar sucumbiendo prefiero morir como lo hacía en el pasado, apretando, siendo agresivos en la presión en todo el campo” [5]. Su último planteamiento como entrenador del Spartak fue componer un centro del campo de 5 jugadores que promediaban 1,76 metros de estatura. Paradójicamente es el Dinamo de Dan Petrescu (el Mourinho rumano) quien le dió un baño de realidad: el 1 a 5 final simbolizaba la diferencia entre la teoría y la práctica. Emery fue despedido minutos después en el vestuario.

El Spartak contra Fedun y Karpin. Los dirigentes del Spartak de Moscú son repudiados de manera constante en la prensa rusa por los ex jugadores y ridiculizados en las webs de los aficionados. Ese entorno identifica a Leonid Fedun (presidente y máximo accionista) con casi 10 años sin títulos en los que el Spartak ha tenido 8 entrenadores distintos, la incapacidad para construir el nuevo estadio y la reventa organizada de las entradas. En el caso de Valery Karpin (director deportivo) su condición de ídolo como ex jugador se separa cada vez de su gestión deportiva, y se une a los fracasos de los 2 entrenadores propuestos y sustituidos por el propio Karpin [6] desde 2008: Michael Laudrup (septiembre de 2008 – abril de 2009) y Unai Emery (mayo – noviembre de 2012).

La etapa de Unai Emery en el Spartak de Moscú computó 196 días. Esa cifra se establece como un nuevo record entre los entrenadores españoles en la Russian Premier League. Supera las trayectorias mínimas de Juande Ramos, 47 días en el CSKA en 2009, y de Víctor Muñoz, 25 días en el Terek Grozny durante la pretemporada de 2010.
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[1] DAVAI DAVAI !! "La elección de Unai Emery", julio de 2012.
[2] YouTube.
[3] Sitio web oficial: unai-emery.com
[4] DAVAI DAVAI !! "Jurado, el playmaker del Spartak", noviembre de 2012.
[5] AS.com "Me gustaría ganarle al Barcelona jugando al fútbol", 19 de noviembre de 2012.
[6] DAVAI DAVAI !! "La formación de Valery Karpin", marzo de 2012.